Robo de identidad y estafas a través del reconocimiento facial: ¿de qué trata?

Diseno sin titulo 48

En la era de la tecnología de reconocimiento facial, surge el interrogante sobre la efectividad real de la autenticación biométrica. Es importante conocer las limitaciones de este método de seguridad y estar alerta ante posibles intentos de fraude.


Expertos en ciberseguridad han emitido una alerta sobre la propagación en América Latina de la “estafa de la cara falsa“, se trata de que delincuentes cibernéticos aprovechan maniquíes y fotografías de sus víctimas para abrir cuentas bancarias y solicitar préstamos, engañando a las aplicaciones de verificación biométrica de instituciones financieras. A pesar de que gran porcentaje de latinoamericanos confían en las soluciones biométricas como seguras, esta nueva modalidad de amenaza destaca su vulnerabilidad.


El sistema de biometría facial se basa en el análisis detallado de la estructura facial, y sus rasgos, con el fin de identificar puntos clave que distinguen una cara de otra. Las estimaciones indican que esta modalidad ha resultado en pérdidas cercanas a los U$D200.000.


Adquirir una imagen de un usuario es más sencillo de lo que se cree: basta con obtener imágenes de documentos personales o buscar fotos en línea, imprimirlas a tamaño real y luego adherirlas a un maniquí para utilizarlas en la verificación facial durante la apertura de cuentas. Así es como los criminales cibernéticos logran apoderarse de la identidad de usuarios y perpetrar fraudes.


Además de la biometría, es importante contar con otro nivel adicional de seguridad, ya sea mediante contraseñas que incluyan dígitos u otra forma de biometría. Un dispositivo verdaderamente seguro no es aquel al que se accede con facilidad, sino aquel que se encuentra protegido por múltiples capas de seguridad.


En INSSIDE Ciberseguridad analizamos y evaluamos la integración entre aplicaciones y soluciones de biometría facial con el objetivo de detectar vulnerabilidades que puedan derivar en fraude. Hacemos una revisión de aplicaciones de on boarding digital y validación de transacciones que utilizan biometría facial como solución de verificación de identidad.


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